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Ingredientes

  • 2 cdas de aceite de oliva
  • 1 cebolla, picada
  • 1 cda de azúcar
  • 250 g de champiñones, limpios y en rodajas finas
  • 1 diente de ajo, machacado
  • 3-4 cdas de hojas de tomillo, finamente picadas
  • mantequilla, para untar
  • 12 rebanadas de pan de molde blanco
  • 100 g de queso gruyère o manchego rallado, para espolvorear

Preparación

  • Paso 1

    Calienta el aceite en una sartén grande, añade la cebolla y fríe a fuego moderado durante unos 7 minutos hasta que esté suave y dorada. Agrega el azúcar y sazona, sube el fuego y añade los champiñones. Cocina durante 5 minutos hasta que se haya evaporado toda la humedad y los champiñones estén dorados. Añade el ajo y cocina unos minutos más, hasta que esté aromático, luego apaga el fuego y añade la mayor parte del tomillo (reserva un poco para espolvorear). La mezcla de champiñones se puede refrigerar en este punto.

  • Paso 2

    Para hacer las bases de las tartaletas, corta círculos de 7 o 8 cm del pan usando un cortador de galletas o un vaso. Unta un lado con mantequilla y coloca el lado untado hacia abajo en un molde para tartaletas de 12 agujeros. Congela los restos para hacer pan rallado.

  • Paso 3

    Cuando estés listo para hornear, precalienta el horno a 220°C/200°C con ventilador/gas 7. Divide la mezcla de champiñones entre las tartaletas y espolvorea con un poco de queso. No seas demasiado puntilloso con esto: cualquier queso que quede en el molde formará un borde crujiente en las tartaletas. Hornea entre 10 y 15 minutos hasta que estén doradas y burbujeantes. Espolvorea con el tomillo reservado y sirve.

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