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Ingredientes

  • 1 ½ kg de tomates (elige una mezcla de colores y tamaños), cortados en rodajas de 5mm
  • escamas de sal marina
  • 250 g de crème fraîche
  • 2 ramitas de tomillo (solo usaremos las hojas), más un poco extra
  • 1 diente de ajo, machacado
  • pan rallado o sémola
  • 25 g de queso manchego finamente rallado, más virutas para servir
  • aceite de oliva

Para la masa quebrada de pimentón

  • 250 g de harina
  • 170 g de mantequilla sin sal, fría y en dados
  • 2 yemas de huevo
  • 2 cdtas de pimentón, más un poco extra para servir
  • 2 ramitas de tomillo (solo usaremos las hojas),

Preparación

  • Paso 1

    Para hacer la masa, pon la harina en el bol de un procesador de alimentos con ¼ de cucharadita de sal marina fina y la mantequilla, y pulsa hasta que la mezcla parezca migas de pan. Añade las yemas de huevo, luego los ingredientes restantes y pulsa hasta obtener una textura de migas gruesas. Añade 1 cucharada de agua fría y pulsa nuevamente hasta que se forme una bola. Envuelve y refrigera durante 30 minutos.

  • Paso 2

    Precalienta el horno a 200°C/180°C con ventilador/gas 6. Extiende la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada hasta que tenga un grosor de 4 o 5mm. Utiliza la masa para forrar un molde de tarta de 23cm con fondo desmontable. Recorta los bordes de la masa y pincha la base con un tenedor varias veces. Coloca un trozo de papel de horno arrugado sobre el centro de la masa y esparce bolas de cerámica para hornear o arroz crudo encima. Hornea durante 15 minutos, luego retira el papel y hornea otros 10 minutos hasta que la masa esté pálida y dorada. Deja enfriar.

  • Paso 3

    Mientras tanto, coloca las rodajas de tomate en una bandeja de horno en una sola capa y espolvorea con las escamas de sal marina. Deja a temperatura ambiente mientras la masa se hornea.

  • Paso 4

    Precalienta el horno a 170°C/150°C con ventilador/gas 3. Mezcla la crème fraîche, el tomillo y el ajo en un bol pequeño y salpimienta, y luego seca las rodajas de tomate. Esparce la base de la tarta con el pan rallado o la sémola para absorber cualquier exceso de líquido. Coloca uniformemente una capa de tomates. Vierte la mezcla de crème fraîche por encima y alisa hacia los lados. Esparce el queso por encima. Añade una segunda capa de tomates en espiral, superponiéndolos ligeramente, usando las rodajas más pequeñas en el centro. Rocía con un poco de aceite de oliva y hornea durante 1 hora hasta que los tomates se hayan ablandado y estén dorados. Sirve caliente o deja enfriar a temperatura ambiente. Espolvorea más manchego, las hojas de tomillo y una pizca de pimentón para servir. La tarta se conservará durante tres días.

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