Tarta de queso con calabaza y nueces pecanas

Tritura la harina y la mantequilla juntas en un procesador de alimentos hasta que la mezcla se asemeje a migas finas, luego añade el azúcar glas y unas ralladuras de nuez moscada. Incorpora la yema de huevo y suficiente agua fría (aproximadamente 1 cucharada) para crear una masa firme. Vierte en un bol, cubre y refrigera al menos 20 minutos. Alternativamente, frota la mantequilla en la harina en un bol grande usando las yemas de los dedos, luego mezcla el azúcar, la nuez moscada, la yema de huevo y el agua.

Extiende la masa refrigerada sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que sea un poco más grande que un molde para tarta o de 22 cm con fondo desmontable, luego úsala para forrar el molde. Pincha la base por todas partes con un tenedor, y enfría 20 minutos.

Aproximadamente 5 minutos antes de que la masa termine de enfriarse, calienta el horno a 180°C/160°C con ventilador/gas 4. Saca la masa de la nevera, luego forra con un trozo de papel de hornear y llena con pesas para hornear, o arroz o lentejas sin cocinar. Hornea 12 minutos, luego retira las pesas y el papel y hornea otros 8-10 minutos, hasta que la masa esté ligeramente dorada.

Mientras tanto, combina el puré de calabaza, 2 huevos, azúcar moreno suave, canela, jengibre y queso crema. Ralla aproximadamente ½ cucharadita de nuez moscada, mezcla bien, luego vierte el relleno en la base de la masa. Hornea 30 minutos hasta que el relleno esté ligeramente cuajado con un ligero temblor en el medio. Coloca las nueces pecanas sobre el relleno en círculos concéntricos, luego pincela con el sirope de arce. Vuelve al horno otros 15 minutos, hasta que las nueces pecanas estén ligeramente doradas y el relleno esté cuajado. Deja enfriar completamente en el molde antes de desmoldar y servir. Se mantendrá refrigerado tres días.