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  • 1 kg de muslos de pollo sin piel
  • 300 ml de vino blanco seco
  • 2 cebollas
    cortadas en gajos grandes
  • 4 tallos de apio
    cortadas en cuartos
  • 3 puerros
    cortados en cuartos
  • 2 ramitas de tomillo
    y algunas hojas extra para espolvorear
  • 2 hojas de laurel
  • 1/2 cdta de pimienta blanca molida
    (opcional)
  • 40 g de harina
  • 300 ml de nata líquida

Valor nutricional: por ración

  • kcal347
  • grasa23g
  • saturadas13g
  • carbohidratos10g
  • azúcares5g
  • fibra2g
  • proteína2g
  • sal0.9g

Preparación

  • paso 1

    Coloca los muslos de pollo en una cacerola muy grande de base pesada y fríelos durante unos minutos a fuego bajo, volteándolos con frecuencia para que se doren ligeramente. Siempre que el fuego esté al mínimo no es necesario añadir aceite. Vierte el vino, sube el fuego y hierve rápidamente para que se evapore el alcohol. Agrega las verduras y las hierbas aromáticas, agrega 1 cucharadita de sal y pimienta blanca (o puedes usar pimienta negra). Vierte 2 litros de agua hirviendo. Tapa la cacerola y cocina a fuego lento durante 45 minutos hasta que el pollo y las verduras estén tiernos. Saca las hojas de laurel y las ramitas de tomillo y déjalas enfriar durante unos 30 minutos.

  • paso 2

    Retira el pollo de la cacerola y luego separa la carne de los huesos. Vuelve a colocar todo el pollo menos 140 g en la sartén. Bate la sopa con una batidora de mano o en tandas en un procesador de alimentos hasta que quede muy suave y luego vuelve a meterla en la cacerola.

  • paso 3

    Licúa la harina y la nata junto con un par de cucharones de sopa, luego agrega la mezcla cremosa al resto de la sopa y caliente, revolviendo continuamente hasta que espese. Puedes batir nuevamente si se ve un poco grumoso. Pica el pollo restante y revuélvelo con la sopa. Espolvorea con hojas de tomillo para servir.

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