Salmón al horno con clementinas y salsa de remolacha
- Tiempo de elaboración y cocción
- Elaboración
- Cocción
- Para 8 personas
Ingredientes
- 4 clementinas o 2 naranjas (aproximadamente 175ml), más 2 clementinas, sin pelar y cortadas en rodajas finas
- 100 ml de vodka
- 5 cdas de miel clara
- 1 kg de salmón en una pieza, sin espinas
Para la salsa de remolacha y crème fraîche
- 250 g de remolacha cocida en paquete ya cocida (no en vinagre), escurrida y rallada
- 200 g de crème fraîche
- 2 cdas de crema de rábano picante
- cebollino picado
Preparación
- Paso 1
Pon la ralladura y el zumo de clementina, el vodka y la miel en una cacerola, salpimenta y lleva a fuego lento. Cocina a fuego bajo durante 10 minutos hasta que se reduzca a la mitad. Agrega las rodajas de clementina y cocina a fuego lento otros 5 minutos más, hasta que las clementinas estén suaves y un poco pegajosas. Retíralas del líquido y transfiérelas a un plato. Cocina el líquido hasta que se espese y tenga el aspecto de un glaseado brillante.
- Paso 2
Precalienta el horno a 180°C/160°C con ventilador/gas 4. Forra una bandeja para hornear con papel de aluminio o papel de hornear y coloca el salmón en el centro, o en ángulo si es necesario para que quepa. Con un cuchillo afilado, corta el salmón en 8 filetes, cortando la carne pero no la piel, ya que esto mantendrá todo junto. Corta el extremo más delgado en filetes un poco más anchos, para que todos reciban una porción similar. Pincela el salmón con el glaseado, asegurándote de cubrir entre los espacios, y guarda un poco para pincelar al final. Coloca las clementinas confitadas encima, en el centro, y hornea durante 20 minutos.
- Paso 3
Mientras el salmón se cocina, prepara la salsa de remolacha y crème fraîche mezclando todos los ingredientes en un cuenco con abundante pimienta negra y un poco de sal; guarda un poco de cebollino para espolvorear encima. Cuando el salmón esté cocido, recalienta el glaseado restante, agregando un poco de agua si está demasiado espeso, y aplícalo sobre la parte superior (lava el pincel primero ya que habrá estado en contacto con el salmón crudo). Sirve.
Esta presentación de salmón y salsa queda muy bien como parte de un buffet, y deja que todos se sirvan.