Quiche de cebolla y queso

Para hacer la masa quebrada, vierte la harina y la mantequilla en un bol, luego mézclalas con las yemas de los dedos hasta que estén completamente integradas y tengan textura arenosa. Agrega 8 cucharadas de agua fría, luego junta todo con las manos hasta que esté combinado. Forma una bola y úsala de inmediato o reserva, refrigerada, hasta 2 días. La masa también se puede congelar hasta un mes.

Extiende la masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta obtener un círculo de unos 5 cm más grande que un molde de 25 cm. Usa el rodillo para levantarlo y luego cubre la base del molde asegurándote de que sobresalga por los lados . Usando una pequeña bola de restos de masa, presiona la masa hacia las esquinas del molde. Enfriar en el frigorífico o congelador durante 20 minutos.

Calienta el horno a 200C/ventilador 180C/gas 6. Mientras la masa se enfría, calienta la mantequilla en una sartén y cocina las cebollas durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén doradas. Retirar del fuego.

Pincha ligeramente la base de la quiche con un tenedor, cubre la base de la tarta con un círculo grande de papel vegetal o papel de aluminio y luego rellénala con bolas de cerámica para hornear. Hornea la tarta durante 20 minutos, retira el papel y las bolitas, luego continúa horneando de 5 a 10 minutos hasta que se dore.

Mientras tanto, bate los huevos en un bol y luego agrega poco a poco la nata. Añade las cebollas y la mitad del queso, luego sazona con sal y pimienta. Vierte con cuidado el relleno sobre la masa, espolvorea con el resto del queso y luego hornea de 20 a 25 minutos hasta que cuaje y esté dorado. Dejar enfriar en el molde, recortar los bordes de la masa, luego retirar y servir en rodajas.