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  • 1 kg patatas harinosas
    cortadas en trozos
  • 50 g mantequilla con sal
    más 1 cucharada
  • 50 g de leche entera

Valor nutricional: por ración

  • kcal302
  • grasa14g
  • saturadas9g
  • carbohidratos38g
  • azúcares2g
  • fibra4g
  • proteína4g
  • sal0.13g

Preparación

  • paso 1

    Coloca las patatas en una olla grande, cúbrelas con agua fría y espolvorea con una generosa pizca de sal. Pon la olla a fuego alto y lleva a ebullición. Una vez que hierva, reduce el fuego a fuego lento y cocina durante 15-20 minutos hasta que las patatas estén muy tiernas; un cuchillo podría performarlas fácilmente. Escurre bien, luego devuélvelas a la cacerola y deja que se sequen al vapor durante 5 minutos.

  • paso 2

    Pasa las patatas por un prensapuré en un cuenco grande para obtener un puré sin grumos (puede que tengas que hacerlo en tandas). Alternativamente, usa un machacador de patatas hasta que esté suaves, luego presiona a través de un colador usando el dorso de una cuchara para deshacerte de cualquier grumo restante.

  • paso 3

    Agrega los 50g de mantequilla con sal, la leche y un poco de sal y pimienta al cuenco con el puré caliente. Bate todo junto con una cuchara de madera o espátula hasta que la mantequilla se haya derretido y la mezcla esté suave y cremosa. Añade un poco más de leche para aflojar, si es necesario. Cubre con la cucharada restante de mantequilla y deja que se derrita durante unos segundos antes de servir.

¿Qué variedad de patatas hace el mejor puré?

Cualquier patata puede convertirse en puré. Las más almidonadas hacen un puré más esponjoso que absorbe bien la mantequilla, mientras que las papas más cerosas hacen un puré más cremoso. A la mayoría nos gustaría un equilibrio entre cremosidad y esponjosidad, y para lograr esto, necesitarás seleccionar la patata adecuada. Una patata muy harinosa o almidonada, como King Edward o Russett se volverán esponjosas, pero puede absorber mucha agua en el proceso de cocción, lo que finalmente opaca el sabor final.

Sin embargo, las patatas harinosas Monalisa, Kennebec (o también llamada patata gallega porque la mayoria vienen de allÍ), Frisia o Duchesse pueden ser más fáciles de trabajar que las variedades más cerosas, ya que son menos propensas a los grumos y se pueden machacar más fácilmente. La mejor variedad debería estar en algún lugar en el medio del espectro, con características tanto harinosas como cerosas y un buen sabor fuerte.

La Desiree de piel roja o la Yukon Gold de sabor mantecoso son favoritas firmes, aunque ésta última es muy difícil encontrar en España. Maris Piper también es una buena opción, siendo una buena todoterreno.

¿Se debería comenzar a cocinar las patatas con agua fría?

Sí. Cubre las patatas con agua fría con sal, luego calienta para asegurarte de que se cocinen completamente y de manera uniforme. Si pones agua hirviendo desde el principio, las partes exteriores de las patatas comenzarán a ablandarse mucho antes de que el calor llegue al centro, y terminarás con una superficie empapada y un centro duro. Esto resultará en grumos una vez que las patatas estén machacadas.

También es una buena idea seleccionar patatas que sean aproximadamente del mismo tamaño; corta las grandes para que sean aproximadamente del mismo tamaño que las otras. Cubre la olla con una tapa también, para crear una ccocción uniforme. El agua necesita cubrir todas las patatas, o los bordes descubiertos permanecerán menos cocidos que los que están sumergidos. Un hervor suave en lugar de un hervor ruidoso alentará al calor a penetrar hasta el centro de cada patata.

¿Por qué es importante cocinar y escurrir?

A menudo subestimamos el tiempo que las patatas necesitan para ablandarse antes de ser machacadas. No quieres hervirlas vigorosamente, sino cocinarlas a fuego lento. Esto puede llevar hasta 30-45 minutos para obtener papas lo suficientemente suaves para machacar. Una vez suaves, escúrrelas bien en un colador, luego devuélvelas a la olla caliente para que se sequen al vapor. Esto ayuda a deshacerse del exceso de humedad, lo que ayuda a mejorar el sabor del puré terminado.

¿Puedes usar un batidor eléctrico?

  • El truco para un puré cremoso es romper las células de la patata sin romper las células de almidón dentro de ellas. Los machacadores de papas tradicionales aplastan las patatas mientras evitan cortarlas demasiado.
  • No agregues leche, crema o mantequilla hasta que estén completamente machacadas: es más fácil deshacerse de los grumos cuando se trata de una mezcla espesa que de una líquida. Un procesador de alimentos eficiente con una cuchilla afilada podría parecer una gran idea para eliminar grumos, pero solo convertirá un puré esponjoso en una consistencia pegajosa y gomosa.
  • Si no puedes deshacer los grumos, pasa el puré por un colador o similar. Un tamiz (colador plano de malla fina), molino de alimentos, colador grande o prensapuré funcionan bien.
  • Si buscas un equilibrio entre conveniencia y textura, opta por un batidor eléctrico o una batidora de pie equipada con el accesorio de paleta. Estos romperán el puré sin cortar demasiado las patatas.

¿Puedes recalentar el puré de patatas?

El puré de papas se puede recalentar con éxito tanto en un microondas como en la cocina. Si lo recalientas en una cacerola, calienta una pequeña cantidad de leche (o nata), luego agrega el puré, revolviéndolo a fuego lento hasta que se caliente por completo. La leche extra evitará que el puré se pegue y compensará cualquier humedad que se haya perdido durante el proceso de recalentamiento.

¿Puedo congelar el puré de patatas?

Sí. El puré se congela bien hasta tres meses. Vale la pena señalar que cuanto más mantequilla y crema agregues, mejor se congelará. Déjalo en el refrigerador durante la noche para descongelar antes de recalentar. Si tienes prisa, sigue el consejo anterior de agregar leche o crema extra mientras recalientas para que el puré no se seque.

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