Anuncio

Ingredientes

  • 1 ½ kg de albaricoques
  • 200 ml de zumo de manzana
  • 1 kg de azúcar especial para mermeladas (también llamado azúcar gelificante), o azúcar blanco granulado si no lo encuentras
  • zumo de 1 limón grande
  • nuez de mantequilla

Preparación

  • Paso 1

    Pon un par de platos pequeños en el congelador. Parte y deshuesa los albaricoques, pica la pulpa y colócala en una cacerola grande con el zumo de manzana. Rompe algunos de los huesos para extraer la semilla interior (esto es fácil de hacer si los rompes con el lado plano de una cacerola pesada), luego agrégalos a la cacerola; esto es opcional, pero le da un sabor extra. Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante 10 minutos, hasta que los albaricoques estén blandos.

  • Paso 2

    Agrega el azúcar y el zumo de limón, luego revuelve bien a fuego moderado para disolver el azúcar. Sube el fuego y déjalo hervir durante unos 20 minutos hasta que la mermelada esté lista. Prueba colocando un poco de mermelada en uno de tus platos fríos. Después de un momento, empuja la mermelada con tu dedo; si la mermelada se arruga, está lista, si sigue estando lisa y relativamente líquida significa que aún no está lo suficientemente cocida, así que si ese es el caso vuelve a hervirla durante 5 minutos más y luego prueba de nuevo.

  • Paso 3

    Retira del fuego, quita cualquier espuma, luego agrega la mantequilla para disolver cualquier espuma restante. Deja enfriar durante 10 minutos, revuelve nuevamente y luego vierte en frascos esterilizados calientes. Sella, etiqueta y guarda en el refrigerador entre 4 y 6 semanas.

Anuncio
Anuncio
Anuncio
Anuncio