Pizza de verano en sartén, con berenjena, ricotta y menta

Pesa los ingredientes para la masa en un bol grande y agrega 1/2 cucharadita de sal y 125 ml de agua templada. Mézclalo para formar una masa suave, luego viértelo sobre la superficie de trabajo y amasa durante 5 minutos o hasta que la masa se sienta elástica. Limpiar y engrasar el bol y devolver la masa. Cubrir con un paño de cocina limpio y dejar reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.

Mientras tanto, haz la salsa. Calienta 1 cucharada de aceite de oliva en una sartén y agrega el ajo. Deja que chisporrotee suavemente durante 30 segundos, asegurándost de que el ajo no se dore, luego agrega la passata. Sazona bien y deje hervir de 8 a 10 minutos hasta obtener una salsa rica; agrega una pizca de azúcar si tiene un sabor demasiado ácido. Reservar.

Cuando la masa haya subido, quítale el aire y enróllala hasta formar una base de pizza del mismo tamaño que una sartén grande. Engrasa la superficie de la masa, cúbrela con un paño de cocina limpio y déjala sobre la superficie de trabajo durante 15 minutos para que se hinche un poco. Mientras tanto, calienta 2 cucharadas de aceite en la sartén y añade las berenjenas en una sola capa (es posible que tengas que cocinarlas en tandas). Salpimienta bien y fríe de 4 a 5 minutos por cada lado, hasta que estén muy tiernas y doradas. Transfiere a un plato y cubre con papel de aluminio para mantenerlas calientes.

Calienta la cucharada restante de aceite en la sartén y levanta con cuidado la masa. Quizás tengas que remodelarla un poco para que encaje bien. Cocina a fuego medio-bajo hasta que la parte inferior esté dorada y los bordes de la masa comiencen a verse secos y firmes; esto debería tardar unos 6 minutos, pero es mejor hacerlo a ojo. Voltéala, rocía un poco más de aceite alrededor del borde de la sartén para que gotee debajo de la base de la pizza y cocina otros 5-6 minutos hasta que esté dorada y bien cocida. Vuelve a calentar la salsa si es necesario y extiéndela por la base. Cubre con las berenjenas calientes y echa cucharadas de ricotta entre las rodajas de berenjena. Espolvorea las hojas de menta por encima y rocíala con un poco de aceite de oliva virgen extra justo antes de servir.