Anuncio

Ingredientes

  • 125 ml de vino blanco
  • 1 pequeño manojo perejil , hojas finamente picadas, tallos picados gruesos
  • 1/2 cebolla, picada gruesa
  • 750 g de mejillones, limpios
  • 1 limón, ralladura y 1/2 exprimido
  • 2 ajo, finamente picado
  • 30 g pan rallado seco
  • aceite de oliva

Preparación

  • Paso 1

    Calienta el vino en una cacerola grande con los tallos de perejil y la cebolla. Lleva a ebullición y cocina durante 5 minutos. Agrega los mejillones, tapa y cocina durante 4 minutos, agitando la cacerola cada minuto, hasta que los mejillones se hayan abierto.

  • Paso 2

    Escurre a través de un colador en un bol y deja enfriar unos minutos hasta que puedas manejarlos sin quemarte.

  • Paso 3

    Mezcla la ralladura de limón, el jugo, las hojas de perejil picadas, el ajo y el pan rallado, 1 cucharada de aceite y sazona. Abre completamente las conchas de los mejillones, separa y desecha la mitad vacía. Desecha los que no se abran.

  • Paso 4

    Coloca los mejillones adheridos a las medias conchas en una bandeja para hornear, con el lado del mejillón hacia arriba. Esparce las migas sobre ellos y gratina durante 1 minuto hasta que las migas estén doradas y crujientes. Sirve con más limón para exprimir encima.

Gremolata básica

Pica finamente el perejil, ralla el ajo finamente, luego mezcla con la ralladura y el jugo de limón en un tazón pequeño. Agrega el aceite. Esta mezcla se sentirá bastante seca en comparación con un pesto o un aderezo, pero se puede añadir más aceite si prefieres una consistencia más suelta. Para servir, espolvorea la gremolata sobre carne o verduras cocidas.

Anuncio
Anuncio
Anuncio
Anuncio