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Ingredientes

  • 400 g de fresas, sin tallos
  • 1 o 2 cdtas de zumo de limón
  • 600 ml de nata líquida
  • 300 ml de leche entera
  • 150 g de azúcar extrafino
  • 5 yemas de huevo
  • 2 cdtas de extracto de vainilla

Preparación

  • Paso 1

    Pon las fresas en un procesador de alimentos o licuadora. Tritura hasta obtener un puré, luego agrega el zumo de limón al gusto; si las fresas son bastante ácidas, solo necesitarás un poco.

  • Paso 2

    Calienta la nata y la leche en una cacerola hasta que estén a punto de hervir, pero sin llegar a hervir. Bate el azúcar y las yemas de huevo en un bol durante uno o dos minutos hasta que estén de color amarillo pálido. Vierte lentamente la mezcla de nata caliente sobre los huevos, batiendo mientras lo haces. Una vez que esté completamente incorporado, cuela a través de un colador de nuevo en la cacerola. Cocina suavemente a fuego medio-bajo hasta que espese ligeramente; debe cubrir la parte posterior de tu cuchara y dejar un caminito si pasas el dedo por ella (esto sucederá a unos 82-85°C). La única precaución que tienes que tener es cuidado de no cocinarlo demasiado, ya que los huevos se cuajarán. Transfiere a un bol. Cubre y enfría durante 10 minutos, luego refrigera durante 1 hora.

  • Paso 3

    Mezcla el puré de fresas y la vainilla con la crema fría. Prueba para ver si necesita un poco más de limón o vainilla.

  • Paso 4

    Congela el helado en una máquina para hacer helados o en un recipiente en el congelador. Si no tienes una máquina para hacer helados, congela durante 4 horas, batiendo vigorosamente o mezclando en un procesador de alimentos cada hora para eliminar cualquier cristal de hielo. Se mantendrá en el congelador hasta dos meses.

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