Gratinado de setas silvestres, patatas y panceta

Pon los dientes de ajo, la cebolla, las hojas de laurel, el tomillo, la nata y la leche en una cacerola. Lleva lentamente a ebullición a fuego lento, cubre parcialmente con una tapa y cocina entre 20 y 30 minutos hasta que la cebolla esté tierna y la mezcla de nata esté ligeramente espesa. Apaga el fuego y deja todo en infusión durante 1 hora.

Cuela la mezcla de nata en una jarra (o bol) y desecha las hierbas. Pon los dientes de ajo y la cebolla en un procesador de alimentos o licuadora y tritura hasta que quede suave; añade una gota de nata si es necesario. Revuelve la pasta de nuevo en el resto de la nata y sazona con 2 cucharaditas de sal.

Pon la panceta en una sartén fría y cocina suavemente, a fuego medio-bajo para que la grasa se derrita en la sartén, hasta que la panceta esté realmente crujiente. Retira con una espumadera, añade la mantequilla y las setas y sube el fuego, friendo las setas hasta que estén doradas y secas.

Deja las pieles en las patatas y córtalas lo más finamente posible. Engrasa una fuente grande de horno con un poco más de mantequilla. Coloca capas de rodajas de patata, esparciendo un poco de la panceta cocida, las setas y un poco de nuez moscada y pimienta recién rallada a medida que avanzas. Termina vertiendo lentamente la nata para que se asiente entre todas las capas, luego esparce unas cuantas hojas más de tomillo. Cubre con papel de aluminio.

Precalienta el horno a 180°C/160°C con ventilador/gas 4. Hornéalo durante 1 hora, luego retira el papel de aluminio y hornea entre 35 y 45 minutos más hasta que esté dorado y crujiente en la parte superior. Inserta un cuchillo para comprobar que las patatas estén tiernas, luego deja reposar entre 10 y 15 minutos antes de servir con una ensalada, si lo deseas.