Galletas con forma de sandía

Coloca la mantequilla, el azúcar y la harina en un procesador de alimentos con una pizca de sal y tritura hasta que la mezcla parezca arena. Agrega la yema de huevo, la vainilla y 1 cucharada de agua fría, y tritura nuevamente hasta que la masa comience a unirse.

Retira la mitad de la masa del procesador de alimentos y reserva. Agrega unas gotas de colorante rojo a la masa que aún está en el procesador y tritura hasta que esté de un rojo brillante. Divide la masa reservada en dos, luego agrega unas gotas de colorante verde a una de las partes, amasándola hasta que el color se haya distribuido uniformemente.

Forma un cilindro largo sobre una superficie ligeramente enharinada con la masa roja; debe tener unos 20 cm de largo. Extiende la masa blanquecina sin colorante sobre una superficie ligeramente enharinada en un rectángulo de 20 x 10 cm. Repite con la masa verde, extendiéndola al mismo tamaño. Envuelve la masa sin colorante alrededor de la masa roja, juntando los extremos y recortando el exceso. Repite con la masa verde, envolviéndola alrededor de la capa blanca. Envuelve el cilindro de masa firmemente y refrigera durante al menos 2 horas. Se puede mantener envuelto y congelado hasta dos meses.

Precalienta el horno a 180°C/160°C con ventilador/gas 4 y forra dos bandejas de horno con papel vegetal. Desenvuelve el cilindro de masa, luego usa un cuchillo afilado para cortarlo en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Colócalas en las bandejas preparadas, luego corta cada rodaja por la mitad para hacer las cuñas de sandía. Deberías tener unas 40 en total. Hornea de 12 a 15 minutos, cambiando las bandejas a la mitad de la cocción si es necesario. Deja enfriar completamente en las bandejas.

Una vez frías, dibuja pequeños puntos sobre la 'pulpa de sandía' roja usando el bolígrafo de glaseado negro para que parezcan semillas. Deja reposar durante 30 minutos antes de servirlas. Se mantendrán en un recipiente hermético hasta tres días.