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Ingredientes

  • 500 g de tomates (usa una mezcla de tamaños y colores), cortados en trozos de ½ cm
  • 50 g de queso gruyère o alternativa vegetariana, rallado grueso
  • 1 diente de ajo, rallado fino
  • 1 cda de orégano o tomillo

Para la masa

  • 225 g de harina, más extra para espolvorear
  • 100 g de mantequilla, cortada en dados
  • 2 huevos de corral, más huevo batido extra para pincelar

Preparación

  • Paso 1

    Coloca los tomates en un colador sobre un tazón grande, espolvorea con 1 cucharadita de sal y deja reposar durante 1 hora para extraer los jugos. Mientras tanto, prepara la masa. Coloca la harina, la mantequilla y una buena pizca de sal en un procesador de alimentos y tritura hasta obtener una consistencia similar a migas finas. Bate los huevos en un bol, luego agrégalos al procesador y pulsa hasta obtener una masa suave; si parece seca, agrega ½ cucharadita de agua fría de cada vez hasta que se una. Forma un disco, envuélvelo y refrigéralo durante 20 minutos.

  • Paso 2

    Precalienta el horno a 180°C/160°C con ventilador/gas 4. Coloca los tomates en un tazón grande con el queso, el ajo, las hierbas y una buena cantidad de pimienta negra molida. Mezcla suavemente con las manos y reserva.

  • Paso 3

    Extiende la masa refrigerada sobre una superficie ligeramente enharinada hasta formar un círculo de aproximadamente 30 cm. Coloca la mezcla de tomate en el centro, dejando un borde de aproximadamente 5 cm alrededor. Pincela el borde expuesto de la masa con un poco de huevo batido, luego dobla el borde hacia arriba para que se superponga ligeramente con el relleno de tomate. El borde no necesita ser uniforme, cuanto más rústico parezca, mejor quedará.

  • Paso 4

    Pincela la masa con más huevo batido, luego hornea entre 40 y 50 minutos hasta que la masa esté dorada y los tomates se hayan ablandado y estén tiernos.

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