Empanada de manzana casera

Coloca una capa de papel de cocina en una bandeja de horno grande. Pela las manzanas, córtalas en cuartos, quítales el corazón y córtalas en rodajas de unos 5 mm de grosor, luego extiende los trozos uniformemente sobre la bandeja de horno. Coloca más papel de cocina encima y reserva mientras preparas y enfrías la masa.

Para la masa quebrada, bate la mantequilla y el azúcar en un cuenco grande hasta que se mezclen bien. Rompe un huevo entero y una yema (guarda la clara para glasear más tarde). Batir durante poco menos de 1 minuto; la mezcla tendrá pinta de huevos revueltos. Ahora incorpora la harina con una cuchara de madera, un tercio de cada vez, hasta que empiece a formar grumos, luego termina de juntarla con las manos. Forma una bola con la masa con cuidado, envuélvela en film transparente y déjala enfriar durante 45 minutos. Ahora mezcla los 140 g de azúcar, la canela y la harina para el relleno en un bol lo suficientemente grande como para meter las manzanas más tarde.

Una vez que la masa se haya enfriado, calentar el horno a 190C/ventilador 170C/gas 5. Batir ligeramente la clara con un tenedor. Corta un tercio de la masa y mantenla envuelta mientras extiendes el resto. Una vez extendida, forra un molde para tarta (de 20 a 22 cm de diámetro y 4 cm de profundidad), dejando que la masa cuelgue ligeramente por los bordes. Extiende el tercio de masa restante hasta formar un círculo de unos 28 cm de diámetro. Seca las manzanas con papel de cocina y viértelas en el bol con la mezcla de canela y azúcar. Mezcla rápidamente con las manos e inmediatamente apílalo en el molde forrado con masa.

Con un poco de agua, barniza alrededor del borde de la masa y coloca la tapa de la masa sobre las manzanas presionando los bordes para sellar. Recorta el borde con un cuchillo afilado y haz 5 pequeños cortes en la parte superior de la tapa para que pueda escapar el vapor. (Se puede congelar en esta etapa). Unta todo con la clara de huevo y espolvorea con azúcar en polvo. Hornea de 40 a 45 minutos, hasta que esté dorado, luego retíralo y déjalo reposar de 5 a 10 minutos. Espolvorea con más azúcar y sirve mientras aún está caliente del horno con nata montada suave.