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Ingredientes

  • 500g de queso ricotta
  • 200g de queso crema bajo en grasa
  • manojo pequeño de menta picada, más unas hojas para decorar
  • manojo pequeño de cebolletas, cortadas en trozos pequeños
  • 450g de tomates cherry maduros, (usamos una mezcla de rojos y amarillos)
  • 1 cda de vinagre de vino blanco
  • 1 cdta de azúcar
  • 1 cda de aceite de oliva virgen extra, más un poco extra para rociar

Para la bruschetta

  • 1 baguette (u otro pan de barra sin gluten), cortado en rebanadas finas
  • 1 cda de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo, machacados

Preparación

  • Paso 1

    En un bol grande, tritura el queso ricotta, el queso crema, la menta, el cebollino y un poco de sal. Cuando esté suave, extiéndelo sobre un plato grande o un tazón ancho y poco profundo, creando un hueco en el centro para más tarde añadir los tomates. Enfriar hasta el momento de servir.

  • Paso 2

    En otro bol trituramos y partimos los tomates con las manos hasta que queden en trozos pequeños y muy jugosos. Colar a través de un colador y desechar los zumos (o congelar para usarlo en otra receta). Añadimos el vinagre, el azúcar, el aceite de oliva y una buena pizca de sal. Mezcla y reserva.

  • Paso 3

    Calienta la plancha. Unta las rebanadas de pan con aceite de oliva y frótalas con los dientes de ajo. Colócalas en la plancha caliente de 1 a 2 minutos por cada lado hasta que estén bien carbonizadas; tendrás que hacerlo en tandas.

  • Paso 4

    Apila los tomates aplastados encima de la crema de ricotta. Rocía con aceite extra y espolvorea con la menta restante. Colócalo en el centro de la mesa y deje que todos sumerjan el pan en el plato de ricotta y tomates.

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