Bacalao ahumado con salsa holandesa, espinacas y patatas crujientes

Pon las patatas en una cacerola y cúbrelas con agua fría. Lleva a ebullición, cubre con una tapa y cuece durante 7 o 8 minutos hasta que un cuchillo las atraviese fácilmente pero aún mantengan su forma. Escurre y deja secar al vapor. Mientras tanto, calienta la mantequilla y el aceite en una sartén, y cuando la mantequilla esté chisporroteando, agrega las chalotas. Fríe hasta que estén suaves, unos 5 minutos, luego agrega las patatas y fríe durante unos 15 minutos hasta que estén crujientes por todos lados.

Mientras las patatas se cocinan, prepara la salsa holandesa. Bate las yemas y la maicena hasta que estén suaves. Agrega la nata y el vinagre, y sazona bien. Vierte en una cacerola pequeña, calienta muy suavemente, batiendo constantemente, hasta que tenga la consistencia de una natilla. Si parece que se está separando, cuajando o calentando demasiado, agrega un chorrito más de nata y bate vigorosamente; debería volverse suave nuevamente. Verifica la sazón, agregando un poco más de sal o vinagre si es necesario.

Calienta el grill a temperatura media-alta. Calienta un chorrito más de aceite en otra sartén pequeña apta para horno. Agrega las espinacas, sazona y cocina hasta que se ablanden. Extiende las espinacas por la sartén y coloca los filetes de bacalao encima. Vierte la salsa holandesa sobre cada filete. Asa al grill durante 10 minutos hasta que el pescado se desmenuce y la salsa se dore en parches.

Espolvorea las alcaparras, el eneldo y la ralladura de limón sobre las patatas. Sirve junto al pescado con gajos de limón para exprimir encima.