
Risotto con espárragos y guisantes
- Tiempo de elaboración y cocción
- Tiempo total
- Fácil
- Para 1 persona
- 450 ml de caldo de verdurashecho con media pastilla de caldo
- 4 espárragos (extremos duros recortados y guardados)cada espárrago cortado en 4 trozos
- 200-250 gr de guisantes con sus vainasunos 85g desgranados (guardar las vainas)
- 2 cdas de aceite de oliva
- 1 cebolla pequeñafinamente picada
- 85 g de arroz para risotto
- 3 cdas de vino blanco(mantén el resto de la botella enfriando)
- pequeño puñado de parmesano recién rallado(o alternativa vegetariana)
- pequeño puñado de rúcula y unas lascas de parmesano (o alternativa vegetariana)para servir
Valor nutricional: por ración
- kcal674
- grasa28g
- saturadas6g
- carbohidratos83g
- azúcares0g
- fibra8g
- proteína21g
- sal1.78g
Preparación
paso 1
Hierve el caldo durante 10 minutos con los recortes de espárragos y las vainas de guisantes; esto intensificará el sabor. Cuela en una jarra.
paso 2
Mientras el caldo hierve, calienta 1 cucharada de aceite en una sartén ancha y poco profunda. Añade la cebolla y fríe suavemente durante 5 o 6 minutos, removiendo, hasta que esté blanda pero no dorada. Agrega el arroz y sigue removiendo y cocinando durante 1 o 2 minutos hasta que los granos se vuelvan translúcidos en los bordes y comiencen a hacer pequeños ruiditos, como 'clics'.
paso 3
Añade el vino (debería burbujear y evaporarse), luego 50ml del caldo. Revuelve bien y cocina a fuego lento hasta que todo el líquido se haya absorbido. Ahora vierte otros 50ml de caldo y revuelve de nuevo. Continúa añadiendo el caldo y revolviendo. Después de unos 7 minutos, cuando se haya añadido la mitad del caldo, incorpora los espárragos y los guisantes. Sigue añadiendo caldo en pequeñas cantidades hasta que se haya absorbido; esto te llevará unos 10 minutos más. Ahora el risotto debería estar un poco húmedo y suelto y el arroz tierno pero un poco firme.
paso 4
Apaga el fuego, luego revuelve suavemente el parmesano rallado, prueba y sazona. Puede que solo necesites un poco de pimienta negra ya que el parmesano y el caldo son salados. Sirve el risotto en un plato, cubre con la rúcula, rocía con el aceite de oliva restante y esparce las lascas de parmesano. Sirve una copa de vino y disfruta de tu comida.