Recetas de tartas de queso sin horno

Este postre, un cruce entre tarta de queso y tarta banoffee, no requiere horno y se puede servir frío. La tarta lleva los ingredientes clásicos de ambas: nata, galletas, queso crema, mantequilla, plátanos y también dulce de leche.

¿Buscas una tarta espectacular sin tener que encender el horno? Esta tarta de queso sin hornear, con caramelo salado, viene con éxito asegurado y es muy fácil de preparar.

Esta colorida tarta lleva tres capas de frambuesas, fresas y vainilla sobre una base de galleta y mantequilla. Es perfecta para el verano, ya que no requiere horno. Para que quede aún más bonita sírvela cubierta con fresas rociadas con un chorrito de chocolate blanco.

Esta tarta de queso y yogur sin horno es perfecta para disfrutar de los albaricoques de temporada: ásalos con miel líquida y cubre la tarta con ellos. Si no encuentras albaricoques, puedes cambiarlos por cualquier otra fruta de hueso, o frutos rojos.

Este postre de queso y refrescante limón es perfecto para los días de vagancia y calor: elaborarlo requiere muy poco esfuerzo, aunque no hay que encender el horno, que es lo más importante durante el verano español.

Esta tarta de queso fácil y rápida no requiere horno. Queda deliciosa servida con una compota de fresas frescas.

Esta tarta de queso, que lleva una deliciosa cobertura de crema untable de chocolate y avellanas y se decora con bombones de chocolate, no requiere horno y se sirve fría.

Un postre sencillo y perfecto para servir cuando tienes invitados y hornear una tarta no es una opción. Esta receta lleva una base de galleta con mantequilla, queso crema y frutas frescas para decorar.

Un favorito para fiestas que no requiere horno, con una cobertura espesa de queso crema, una base de galleta y coronado por un coulis de frambuesa.

Esta tarta de queso sin horno cubierta con una dulce salsa de fresas, que también lleva fresas dentro de la tarta, es un acierto seguro para servir en comidas de verano.

Esta tarta de queso, que tiene un potente sabor a melaza gracias al azúcar muscovado, lleva dulce de azúcar (también llamado fudge, una especie de caramelo blando elaborado con mantequilla, azúcar y leche) cortado en rodajas finas y espolvoreado con azúcar, un toque delicioso y muy original.