Recetas con apionabo

Este tubérculo grande y nudoso es delicioso, tanto crudo como cocido, y va de maravilla en esta refrescante ensalada.

Combina la lubina con esta salsa de tomate de inspiración italiana, que también lleva alcaparras y aceitunas, y sírvela con apionabo en lugar de patatas fritas.

Sirve este apionabo asado, con un puré hecho de los restos y una deliciosa salsa, para un festín vegetariano especial. Es perfecto para Navidad si tienes veganos o vegetarianos en la mesa.

Esta crema de apionabo, que también lleva cebolla, ajo y crème fraîche, es ideal para servir como almuerzo ligero o como parte de una comida más amplia cuando empieza a llegar el frío. Espolvorea con avellanas y pan rallado crujientes y un chorrito de aceite justo antes de servir.

Esta crema de apionabo, avellanas y trufa puede ser un primer plato vegano perfecto para ocasiones especiales, como el día de Nochebuena o Navidad. El aceite de trufa le da el toque de lujo, pero si no lo quieres comprar, déjalo a un lado y prepara la receta para una cena sencilla en una noche de invierno.

Este entrante vegetariano, sencillo y nutritivo, se puede hacer con antelación ya que se congela muy bien. Sírvelo con rebanadas de pan tostado untadas con queso de cabra para darle un toque más crujiente.

Esta guarnición combina varias verduras, como repollo, zanahorias y apionabos, en un solo plato. Es un plato sencillo que puedes servir tanto de entrante como acompañamiento.

Los filetes de venado son una carne deliciosa: magra, saludable y capaz de hacer que un plato sencillo parezca especial. Esta receta, que lleva apionabo, jalea de grosellas rojas y ralladura de naranja, es perfecta para elaborar en los meses fríos, incluso para servir en la época navideña.

En esta receta el apionabo se asa entero, bañado en aceite de trufa y se acompaña con salsa cremosa de queso y avellanas. Es una fantástica alternativa vegetariana para servir como entrante en cualquier reunión con familiares o amigos.

Esta receta fácil es muy versátil, puedes utilizar los condimentos que tengas en tu nevera o despensa para hacer el glaseado, y además, si no tienes apionabo, usa cualquier verdura de raíz, como nabos o colinabos.

El apionabo es una verdura perfecta para hacer cremas y purés. Esta receta, que también lleva pera y jengibre, se puede hacer con antelación y congelar. El apionabo se vuelve marrón una vez cortado, así que úsalo de inmediato o colócalo en un tazón con agua y un chorrito de zumo de limón.

El apionabo, con su carne cremosa y con un sabor a frutos secos, funciona muy bien en este curry: los trozos de esta verdura asados absorben los sabores de las especias. Sirve con arroz al vapor para una cena vegana reconfortante.

Este chimichurri, que lleva perejil y cilantro, además de ajo, vinagre y aceite de oliva, se hace en un procesador de alimentos, solo tendrás que pulsar hasta que esté finamente picado. Las lentejas precocidas absorberán el aliño picante y herbáceo.

Esta receta combina apionabo y puerro con queso cheddar maduro (podrías usar gruyère también) y un toque de romero. Si quieres, añade una cucharada de mostaza o rábano picante a la nata.

Esta receta lleva capas de bechamel de apionabo mezcladas con un delicioso pesto de cavolo nero (también puedes usar kale), además de un toque de muy buen aceite de trufa para añadir una nota de lujo a este plato.

Esta versión del clásico pastel de carne es deliciosa: el sabor cremoso con toques de trufa del apionabo lo hace un plato ideal para las noches frías de invierno.

Nuestra receta de puré de apionabo es rápida y fácil. Esta mezcla cremosa es el acompañamiento perfecto para servir con carnes, pero también puedes diluirlo con caldo para hacer una crema.

Esta versión vegetariana del 'katsu sando', un sándwich japonés que normalmente lleva carne rebozada, está hecha con apionabo. Requiere un poco de esfuerzo, pero el resultado, crujiente, es impresionante, y además lo tendrás listo en 35 minutos.

Estas tortitas de apionabo, queso comté y semillas de calabaza crujientes coronados con huevos de codorniz son perfectas para un brunch sofisticado. Son fáciles de hacer, y las puedes servir con un puñado de hierbas aromáticas frescas, como perejil.